1. Deja que la Escritura te transforme a ti primero
Permite que el Espíritu Santo te hable te hable a ti al ser el primer oyente de tu propia predicación. No prepares mensajes “para las personas”, sino transmite compasivamente lo que Dios te enseñó a ti primero.
Sé honesta y examina tu vida para ver si realmente estás meditando en las Escrituras: "Medita día y noche el libro de esta ley teniéndolo siempre en tus labios; si obras en todo conforme a lo que se prescribe en él, prosperaras y tendrás éxito en todo cuanto emprendas" (Josue 1:8), y deja que esa palabra te transforme, te cambie, no hay nada mas maravilloso ver a una persona compartiendo la palabra de Dios donde se nota que vive lo que predica. No pretendas cambiar a las personas con tus palabras, eso siempre será tristemente frustrante. Solo Dios puede transformar vidas. Pero lo que sí puedes hacer tú es vivir una vida de integridad, y de transparencia, obedeciendo lo que estudias y aplicando lo que aprendes “Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” (Stgo. 1:22-25). Sé el primero en reconocer que necesitas la predicación de la Palabra para ser reflejo de lo que predicas a otros. El considerar nuestra vida primero delante del Espíritu Santo antes de predicar a otros, nos hará mas compasivas, misericordiosas, empáticas, pero mas certeras y efectivas en lo que enseñamos a otras porque nuestra vida ya a sido procesada con anterioridad por el Señor a través de su palabra en nuestras vidas. Que tengas un hermoso dia; tu amiga de siempre Pastora Xenia A.
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Consejo #4. Escuchate a ti primero
Consejo #5. Lee y escucha predicadores del pasado y del presente
Consejo #6. Armoniza con el Espíritu Santo para que tu mensaje produzca cambios en el oyente.
Consejo #7. Que tu primer mensaje sea en un escenario de baja presión.
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