3. Que tu predicación sea cristocéntrica.
Debemos armonizar con el Espíritu Santo para juntos hacer conocer a Cristo a aquellos que no le conocen aún. Pastora Xenia A. |
No importa cual sea el tema que tú estés ministrando, el creyente necesita saber, tener claro, que toda su vida gira alrededor de Cristo y de su sacrificio en la cruz. Es necesario que en cada predicación de la palabra esto quede bien claro, para no solo mantener el balance en el tema, sino también para crear en los oyentes la necesidad de vivir una vida entregada a Jesús.
Que cada oyente entienda que Jesús ocupó el lugar que él debió ocupar en aquella cruz que era él y no el Señor Jesús quien debió morir por su pecado, pero que Jesús lo hizo por amor, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (S. Juan 3:16). Que esté claro que la obra redentora fue necesaria para reconciliar al mundo con Dios, es necesario también que se entienda, que este sacrificio no se hace efectivo por defecto, sino que cada persona debe creer y aceptarlo como la única manera para ser salvos. La predicación Cristocéntrica en cada tema auxilia a los creyentes a entender que si el “el reino de los cielos se ha acercado” es porque no había manera de que la humanidad se acercará a Dios. Cuando nuestro mensaje es cristocéntrico cuando exaltamos el poder de su sacrificio entonces se produce transformación, cambio en las personas, por lo tanto debemos tener cuidado al prepararlo y merece nuestro entusiasmo y emoción al transmitirlo.
La biblia es un libro acerca de la gloria de Dios en Jesucristo, manifestada a través de la redención de un pueblo que habitará en su reino para siempre. Escribe Bryan Chapell,
"Jesús es el Alfa y Omega, el Principio y Fin, el Autor y Consumador de nuestra fe. El constituye el objetivo final de las Escrituras, pero la palabra acerca de esta Palabra eterna está tejida en toda la extensión del texto bíblico. O bien a través de la predicción, la preparación, el reflejo o el resultado, el mensaje redentor acerca de la provisión de Dios brilla en toda la Biblia. No es posible exponer ninguna porción de ella sin aclarar su relación con la naturaleza redentora de Cristo y su obra. Descubrir esta relación no requiere una conexión imaginada –cual fantasía alegórica– con algún detalle de la vida de Cristo, sino exige plasmar una explicación exegética y contextualizada de cómo este texto en particular amplía la comprensión del pueblo de Dios acerca de la persona y obra de Cristo". tomado de —«El porvenir de la predicación expositiva», Preaching, septiembre-octubre de 2004, 42
Dicho en otras palabras nuestros mensajes deben estar estructurados y centrados en la palabra de Dios exaltando la obra redentora de Jesús y su propósito para la humanidad, pues Dios no quiere que nadie se pierda sino que todos procedan al arrepentimiento y así gozar de su Reino en la tierra y por la eternidad con el, amen. Con amor su amiga de siempre Pastora Xenia A.
La predicación de la Palabra debe ser un emocionante relato de cómo el hombre puede ser rescatado, sostenido, transformado, y perseverado hasta ver a Jesús.
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