Tiempo de cumplir tus votos a Dios
La manera de hablar nos liga con nuestra alma es por eso que al hacerlo debemos estar conscientes de que lo que digamos lo vamos a cumplir para agradar a Dios! Pastora Xenia A. |
Ahora pagaré mis votos a Jehová
Delante de todo su pueblo. Salmos 116:14
Cuántas veces hemos hablado y le hemos prometido algo a alguien y con el pasar de los días lo olvidamos y no lo hacemos. Peor aún cuando por emoción hemos abierto la boca para prometerle algo a Dios y le decimos Señor ayúdame a reconciliarme con mi esposo/a y te prometo que voy a cambiar mi caracter, Señor ayúdame con mis hijos rebeldes y te prometo que voy a buscar mas de tu presencia, Señor ayúdame con mis finanzas y te prometo que no voy a dejar de congregarme o decimos Señor si me sanas de esta enfermedad voy a servir en tu obra para extender tu Reino en la tierra y al final conforme el tiempo pasa la motivación cambia y se nos olvida lo que prometimos.
Bien, con el fin de aclarar y que se comprenda mejor el tema veremos el significado y las raíces etimológicas de la palabra voto. Viene del latín votum y es la expresión de una preferencia ante una opción, que puede ser pública o secreta. Viene del Griego euje plegaria o voto, refiriéndose a hacer una promesa pública o privada. Viene del Hebreo neder juramento, pacto o promesa como se puede ver en el caso de Jacob él hizo un voto de devolver el diezmo al Señor con la condición de que Dios lo protegiera y lo trajera a salvo a la casa de sus padres (Gen. 28:20-22). Así que el voto es una obligación asumida voluntariamente por gratitud por algo recibido o por recibir. Lo interesante en este tema, es que Dios no nos pide que hagamos votos delante de él, pero sí nos advierte que si lo hacemos debemos de cumplirlos "Cuando alguno hiciere voto a Jehová, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra; hará conforme a todo lo que salió de su boca"(Num. 30:2). En otras palabras cuando hacemos promesas delante de Dios estamos tomando un pacto interno, que liga nuestra alma con esa palabra y este es el tipo de pacto que Jehová escucha, tomándose muy en serio lo que le has dicho que harás, al punto que nos dice que si cumplieramos con lo dicho heredarás sus promesas escritas en su palabra.
No podemos perder de vista que como humanos somos seres emocionales, sentimentales y si éstos gobiernan nuestra voluntad, seremos rápidos para hablar y comprometernos pero luego no cumpliremos lo prometido. Por eso no solo debemos ser lentos para hablar, sino que debemos ser prontos para oír (Stgo 1:19) ésto nos dará tiempo para llevar cautivos nuestros pensamientos a la voluntad de la mente de Cristo (2 Co. 10:5) así a la hora de abrir nuestra boca para hacer una promesa estaremos más conscientes de la responsabilidad que estamos adquiriendo al hacerlo amén. Lo hermoso es que Dios que nos conoce mejor que nadie porque fue quien nos creó, nos advierte en su palabra acerca de esto una y otra vez, el nos dice que no seamos rápidos en abrir nuestra boca para comprometernos ni delante de los hombres y menos delante de él porque esto es falta de sabiduría, él lo llama insensatez que es falta de buen juicio, prudencia y madurez antes de actuar; las personas que son de doble ánimo son inmaduras y no se puede confiar en lo que dicen, porque lo mismo les da decir una cosa que decir otra y siempre tendrán una excusa para justificar su falta de seriedad y responsabilidad ante lo que prometen y esto no agrada a Dios. "Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes"(Ecles. 5:4).
Hay muchos ejemplos en la biblia acerca de promesas hechas y cumplidas como es el caso de Ana en 1 Samuel 1:10-12 "ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza". Esta fue la promesa de Ana que el señor le diera la oportunidad de tener un hijo por cuanto ella era estéril y cuando el Señor cumplió el deseo de Ana, entonces ella cumplió su voto. También vemos en la historia de Jonás, personas que iban en el barco donde iba Jonás escapando del propósito divino, ellos sabían clamar y hacer votos delante de Dios, de inmediato entendieron que todo era culpa de Jonás lo echaron al mar y acto seguido presentaron sacrificios con promesas ante Dios, debido al temor que este evento les ocasionó. "Por lo cual clamaron a Jehová y dijeron: "Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has obrado conforme a tu beneplácito. Así que tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor. Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos". (Jonás 1:14-16)
Sin duda, mientras vivamos en este planeta tierra sea por temor o por agradecimiento a Dios, haremos votos, pactos o promesas, pues es algo innato del ser humano lo que tenemos que hacer es crecer, madurar y tomar responsabilidad de nuestras palabras. Oro para que sea producido el querer como el hacer en tu vida cada vez que te comprometas delante de Él o de los hombres porque esa es la voluntad de Dios para su pueblo. Que cuando digas “Sí” que sea “Sí” y cuando digas “No” que sea “No”. Que entiendas que un voto o promesa no es un problema sino una oportunidad que tienes delante de Dios para que tus peticiones sean prontamente contestadas o una forma de agradecer al padre celestial por su gracia y favor para tu vida.
Hay muchos ejemplos en la biblia acerca de promesas hechas y cumplidas como es el caso de Ana en 1 Samuel 1:10-12 "ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza". Esta fue la promesa de Ana que el señor le diera la oportunidad de tener un hijo por cuanto ella era estéril y cuando el Señor cumplió el deseo de Ana, entonces ella cumplió su voto. También vemos en la historia de Jonás, personas que iban en el barco donde iba Jonás escapando del propósito divino, ellos sabían clamar y hacer votos delante de Dios, de inmediato entendieron que todo era culpa de Jonás lo echaron al mar y acto seguido presentaron sacrificios con promesas ante Dios, debido al temor que este evento les ocasionó. "Por lo cual clamaron a Jehová y dijeron: "Te rogamos ahora, Jehová, que no perezcamos nosotros por la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros la sangre inocente; porque tú, Jehová, has obrado conforme a tu beneplácito. Así que tomaron a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor. Y temieron aquellos hombres a Jehová con gran temor, y ofrecieron sacrificio a Jehová, e hicieron votos". (Jonás 1:14-16)
Sin duda, mientras vivamos en este planeta tierra sea por temor o por agradecimiento a Dios, haremos votos, pactos o promesas, pues es algo innato del ser humano lo que tenemos que hacer es crecer, madurar y tomar responsabilidad de nuestras palabras. Oro para que sea producido el querer como el hacer en tu vida cada vez que te comprometas delante de Él o de los hombres porque esa es la voluntad de Dios para su pueblo. Que cuando digas “Sí” que sea “Sí” y cuando digas “No” que sea “No”. Que entiendas que un voto o promesa no es un problema sino una oportunidad que tienes delante de Dios para que tus peticiones sean prontamente contestadas o una forma de agradecer al padre celestial por su gracia y favor para tu vida.
Aunque sea desafiante como humanos imperfectos, podemos tener éxito a través del poder del Espíritu Santo para hacer “todo lo que es verdadero, todo lo que es honesto” (Fil 4:8). Las buenas noticias es que mientras hay vida hay esperanza y es hora de presentarnos delante del trono de Dios y ponernos a cuentas con nuestro padre celestial y cumplir con los votos que le hemos hecho a él, para ver sus promesas cumplirse en nuestras vidas amen. Es tiempo de arrepentirse de la inmadurez, de la insensatez, de la falta de juicio para abrir la boca y pedir al Espíritu Santo la ayuda para ser sabias, entendidas y prudentes con lo que se habla. Que antes de hablar pensemos muy bien lo que vamos a decir y lo hagamos con tacto para no ligar nuestra alma a las palabras que salen de nuestra boca por emoción y sin entendimiento. Es tiempo de crecer y madurar y cumplir con todas las promesas que se han hecho delante del Todopoderoso! Con amor tu amiga de siempre Pastora Xenia Alvarez
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