“AL SEÑOR HE PUESTO SIEMPRE DELANTE DE MÍ.” (Salmo 16:8)
Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.
Hebreos 12:2 | NVI |
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