El peligro del orgullo
Abdias 3,4
Hace muchos años sucedió una tragedia. Un pastor de talento con una iglesia de mas de cuatro mil personas cambio la autoridad moral por una relación adúltera. Los que lo amaban se quedaron sin palabras mientras trataban de recoger los frágiles pedazos destrozados de su éxito.
Los pastores en esa ciudad oraban y se preguntaban cómo Dios les daría la respuesta. Ellos escribieron un carta a la congregación. Decia “Los amamos, estamos orando por ustedes”. No queremos obtener ganancia de su calamidad. No queremos aumentar nuestras congregaciones a expensas de ustedes. Por favor, permanezcan unidos y crean que Dios sacará algo bueno de esto”. Una carta similar se envió al editor del periódico de la ciudad. Los pastores pudieron haber dicho “Esa iglesia se levantó de repente en una noche. Perdimos a muchos de nuestra congregación cuando ellos llegaron al pueblo. Dios simplemente estaba juzgando su orgullo”. Los pastores se pudieron haber saboreado sobre los despojos que otras iglesias pudieran heredar; gente de talento, sistemas de sonido, sillas, artículos de la instalación de la iglesia que podrían venderse baratos si la iglesia dejaba de funcionar. En vez de regocijarse, los pastores adoptaron el Corazón de Dios. Se dedicaron a orar por la congregación, sintieron el dolor de Dios y llegaron a un pacto de ver la iglesia restaurada por Dios bajo un Nuevo liderazgo. En Abdías vemos como Dios juzga a los edomitas por su orgullo en adoptar una actitud de espectador mientras sus hermanos eran destruidos frente a ellos. En vez de correr a ayudar a los edomitas, codiciaron sus despojos. Ellos se jactaron (v.12). Incluso entregaron a algunos de los judios que trataban de huir de los babilonios. Abdias nos enseña una importante lección del carácter fascinante y la personal dad de Dios. Aun cuando Dios declara juicio sobre su pueblo mediante la captivated. El juzga las actitudes opresoras, así como a los del pueblo que se detienen a mirar. No seamos pueblo de retribución, sino un pueblo que reconcilia y restaura. No se nos permite envolvernos en las ropas de nuestra propia rectitud, mantenernos apartados y satisfechos maliciosamente sobre historias de porquerizas como el hermano mayor del hijo pródigo.
Una vez entré en la casa de un hombre que miraba un programa especial sobre el SIDA. El era bien respetado en la comunidad Cristiana, se enorgullecia de los líderes famosos que conocía y colgaba sus fotos visible en la oficina. Me provoca gran excitación” Solo piensa Fawn, este virus parece atacar principalmente a los homosexuales. No es esto grande? Yo estaba horrorizada. El no tenia idea de cómo sus palabras lo traicionaban.
Un pastor discutía con su junta de ancianos sobre alguien que había caído en pecado. El pastor preguntó la opinion de cada uno de los miembros: Es usted capaz de alguna vez cometer un pecado como este?” Uno tras otro negaron ardientemente que pudieran hacer algo tan vergonzoso. Entonces el ultimo anciano habló “Usted sabe que si estuviera lo suficientemente cansado, si la tentación viniera solo en el paquete correcto, si creo que definitivamente soy capaz de cometer ese pecado” El pastor dijo solemnemente “ Entonces usted es el que puede restaurarlo” El anciano entendió que cada uno de nosotros es capaz de cometer el mas horrendo pecado.
Que usted sea conocida como una restauradora y reconciliadora, que corra a ayudar a los que están bajo juicio. Y que crezca su familia. Autor: Fawn Parish
Que precioso entender que Dios nos ha llamado a ser restauradores y reconciliadores!!Dar la mano al caido eso es Amar al prójimo. Jesus resumió los diez mandamientos en dos: El dijjo: Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón y a tu prójimo como a ti mismo.Dios ayúdanos a mantener nuestros corazones limpios y llenos de tu amor para levantar al caído y ganar las almas perdidas. Que tu obra restauradora sea iluminada a nuestras vidas hoy y siempre. Amen. Pastora Xenia Alvarez
En el libro de Abdias Dios trata con el orgullo y la crueldad de los enemigos de su pueblo Israel y usa a Abdias para levantarse en su defensa. Cuando el enemigo se levante en contra tuya aliéntate porque el Dios de toda la creación será tu protección y preservará tu destino.
Además es precioso entender que Dios nos ha llamado a ser restauradores y reconciliadores!! Dar la mano al caido eso es Amar al prójimo. Jesús resumió los diez mandamientos en dos: El dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo el corazón y a tu prójimo como a ti mismo.
Dios ayudanos a mantener nuestros corazones limpios y llenos de tu amor para levantar al caido y ganar las almas perdidas. Que tu obra restauradora sea iluminada a nuestras vidas hoy y siempre. Amen.
Recuerda que Jehová está por y con nosotras. Que el tiene un corazón restaurador y que no quiere que nadie se pierda sino que todos procedan al arrepentimiento, para que sean salvos. Amen. Con su amor y mi cariño. Pastora Xenia A.
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