Mujer Creada con un Propósito
Génesis 1 y 2
En los primeros capítulos de Génesis vemos a un Creador inteligente trabajando de acuerdo a un patrón y a un diseño.
“Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1:31).
Todo lo que había hecho funcionaba de acuerdo a su plan y “Dios… reposó” (Génesis 2:2). Había orden, paz y satisfacción cuando cada parte de la creación llevaba a cabo aquello para lo cual había sido creada.De igual manera, el secreto de una vida feliz es descubrir cuál es el propósito de Dios para nosotras, conocer aquello para lo cual nos capacitó y aceptar con agrado el lugar que nos ha designado de acuerdo a su plan. Si Dios tiene un propósito para todas sus criaturas, entonces tiene un propósito para mí. Mi primera responsabilidad es descubrir ese propósito.Nuestro primer encuentro con el propósito de Dios para la mujer ocurre en Génesis 1:27, 28: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó: varón y hembra los creó.” Aquí la naturaleza bisexual de la humanidad queda claramente expuesta. Ambos, hombre y mujer, son creados a la imagen de Dios. “Y los bendijo Dios.” La voluntad de Dios para los hombres y las mujeres siempre ha sido el bendecirles. Recordemos eso.“Y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” El hombre y la mujer ocupan una posición de igualdad delante de Dios. Unidos en vida y trabajo, unidos en naturaleza y señorío, son los representantes de Dios sobre la tierra.A medida que vamos leyendo el capítulo dos de Génesis y vamos encontrando los detalles de la creación, la mujer aparece con personalidad distinta, diferente a la del hombre. Debemos observar la diferencia en el tiempo, la manera y el propósito de la creación de la mujer.
LA CREACIÓN DE LA MUJER
La Biblia nos dice que Adán fue creado primero. “Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida… Tomó, pues, el SEÑOR Dios al hombre y lo puso en el huerto de Edén para que lo labrara y guardase… Y dijo el SEÑOR Dios: No es bueno que el hombre esté solo” (Génesis 2:7, 15-18).
Adán, el primer ser humano, estaba solo en medio de la belleza y vida abundante del huerto. Y por primera vez Dios dijo: “No es bueno…” Adán era un ser social, creado para comunión y la necesitaba: pero en toda la creación animal no había una criatura semejante a él, no había nada al 6 nivel de su humanidad (2:20). Así que Dios dijo: “Haré ayuda idónea para él” (2:18).
Dios hizo que el hombre cayera en un sueño profundo y tomó de su costado carne y hueso, y de esto Dios formó a la mujer. Ella no fue hecha del polvo, como lo fue el hombre; ella fue hecha del hombre. Era hueso de sus huesos y carne de su carne (2:23). La mujer fue hecha del hombre y para el hombre y le fue presentada como su semejante, su compañera, su complemento.
Tomado del libro La mujer que agrada a Dios autoras Fay Smart y Jean Young
Transcrito por Pastora Xenia Alvarez para
Transcrito por Pastora Xenia Alvarez para
www.mujeresdeexcelenciausa.blogspot.com
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