A ti preciosa mujer de Dios, a ti princesa, a ti hija del Rey, tu eres especial tesoro en las manos de Dios, vales oro, eres la niña de sus ojos, delicada, frágil ante Dios. Eres real sacerdocio, de linaje escogido.
Nunca permitas que nadie te desprecie y te haga sentir menos, porque fuiste hecha mujer, moldeada por Él, Dios ha depositado en ti virtudes y cualidades, maravillosas, cree en ti misma, en Cristo tienes identidad, sé olor fragante a ÉL, eres templo de su espíritu, eres digan porque vales su sangre.
¡Sigue! Cuando haya una fracaso, pon lo siguiente en las manos de Dios, no te desanimes, sé valiente y esforzada, sabia, prudente, que tu corazón rebose de amor por Cristo y el cumplirá tus sueños y anhelos.
Nunca dejes de soñar, de sonreír, porque con Jesús todo lo puedes, llegarás a la cima, como ejemplo a otras mujeres, siendo fuerte y única.
No olvides que eres MAS QUE VENCEDORA, ¡LIBRE! Y EXITOSA, nunca bajes la mirada ni tu voz, confiando en que vas a lograr grandes cosas, que Dios cumplirá su propósito en ti.
¡ERES BELLA HIJA DE DIOS CON ÉL NO TE FALTA NADA!
Compartido por Pastora Xenia A. para www.mujeresdeexcelencia.ning.com y para www.mujeresdeexcelenciausa.blogspot.com
Gracias por sus comentarios pues enriquecen el tema...bendiciones de su amiga de siempre
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