Dia 19. Aprende a escuchar la voz de Dios
“Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por el hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien asimismo hizo el universo”.
Hebreos 1.1, 2
Vino Jehová, se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, que tu siervo escucha”.
1 Samuel 3.10
Cansada de escuchar a medio mundo sin encontrar alivio, ni respuesta a tus necesidades! pues hoy es un buen tiempo para reflexionar y comenzar a aprender a escuchar la voz de Dios y a distinguirla de las otras voces. Claro esto no es tan fácil si lo pretendemos hacer a nuestra manera, pero si buscamos a Dios con la actitud correcta entonces nos haremos diestras (os) en reconocer su inconfundible voz.
Bien, hace unos dias lei una historia acerca de un joven y un predicador anciano. El joven había perdido su trabajo y no sabía qué hacer así que él fue a ver al predicador. Paseándose de un lado al otro en el estudio del pastor le contó su problema. Finalmente cerrando el puño dijo: “Le he rogado a Dios que me diga algo que me pueda ayudar. Dígame pastor, porqué Dios no me contesta?” El sabio pastor que estaba sentado en la esquina del estudio dijo algo tan suavecito que no se entendía. El joven se le acercó y le preguntó: “¿Qué dijo?” El pastor lo repitió, pero de nuevo en un tono tan suave como un susurro. Así que el joven se acercó más al pastor hasta que se inclinó cerca de él. Con sus cabezas inclinadas, el pastor habló de nuevo: “Dios algunas veces susurra y nosotros nos tenemos que acercar lo suficiente a Él para que le podamos escuchar”. Esta vez el joven escuchó y comprendió. Todos queremos oír la voz de Dios en los tonos que estamos acostumbradas (os)a escuchar o quizás como se escucha un trueno en el aire, trayendo la respuesta a nuestro problema. Pero Dios está quieto, en un silbo apacible, solo se escucha su susurro amoroso. Tal vez hay alguna razón. Nada atrae mas la atención humana como un susurro! Los susurros de Dios significan que debo parar de hablar y acercarme a Él, hasta que mi cabeza se pegue a la de Él hasta que mi corazón se haga uno con el suyo. Entonces él no solo nos escuchará sino que traerá su voluntad a las peticiones nuestras! La voz de Dios se escucha de diferentes formas, Dios, habla porque nos quiere dirigir hacia lo mejor que tiene preparado para ti y para mí. Algunas veces, es por su palabra, otras veces en forma de sueños y de visión, en otras ocasiones audibles y a veces con esa constante idea o impresión que te lleva a obedecer; entonces escuchar a Dios no es difícil cuando hay una verdadera humillación delante de Él, claramente nos dice en su palabra … “mis ovejas escuchan mi voz y la obedecen” (Juan 10:27-28). La pregunta ahora es y cómo diferencio la voz de Dios de las otras voces?
Algo que me ha quedado claro en mi caminar con el Señor es que todo lo que Dios habla, va de acuerdo a su palabra, nada de lo que el señor te dice se contradice con lo que dice su palabra, esa es la mayor certeza de que estamos oyendo su voz y tenemos la seguridad de que Dios nos ha hablado.
Debemos entender que el pecado nos separa de Dios. por lo tanto si no estamos dispuestas (os) a humillarnos bajo su voluntad, ni a obedecer su palabra entonces estaremos aislados de la gracia de Dios. Pero si guardamos nuestro corazón puro, podremos tener una relación íntima de corazón a corazón con Dios, y Él podrá hablarnos. ¡Así también nosotras (os) podremos reconocer su voz para ser colaboradoras (es) junto con Él, como lo fue el profeta Samuel en su tiempo porque el escucho la voz de Dios y la obedeció (1 Sam 3:10).
Es mi oración que podamos ser diligentes en escuchar la voz de Dios y ponerla en práctica. A ti que te estás leyendo te animo para que apartes un tiempo diario con el Señor de señores y Rey de reyes , te aseguro que pronto serás una persona que no solo reconocerás la voz de Dios, sino que la pondrás en práctica volviendote en una mujer (hombre) sabia (o). Con amor Pastora Xenia A.
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