"De la amargura a la dulzura de la bendición”
Cuántas veces en tu vida te has sentido desamparada, amargada, en soledad, abatida, insegura; las personas que más amabas te han abandonado y te encuentras en un vacio profundo. Los que te rodean comienzan a señalarte como la deprimida, la abandonada, la que siempre está en crisis y tú comienzas a sumergirte en un estado depresivo y te encierras en ti misma. Hay en tu interior deseos de correr y dejarlo todo, pero la “voz” de Dios quiere dirigirte para que comiences el proceso de ser liberada de toda amargura. Dios tiene preparada para ti una “dulce bendición” que cambiará tu amargura en un eterno gozo.
Dios ha hecho un pacto de amor contigo, él desea ser tu mejor amigo, ábrele hoy tu corazón. El ha marcado tu destino y te ha librado de tu pesada carga. El ha ordenado sobre ti, que los ríos de bendición fluyan en abundancia, que la semilla de la fe crezca con fuerza, que se apodere de ti la esperanza y que brille sobre tu rostro la luz de la mañana. La mano de Dios se está moviendo a tu favor, te está señalando la puerta que dice: “Bendición” Entra por esa puerta con tu cabeza en alto y con tus manos extendidas, no tornes tu mirada a lo que has dejado atrás, mujer no te muevas de tu bendición, mantente firme, Dios te ha colocado en nuevas alturas.(Isaías 58:9) Llamarás, y el Señor responderá; pedirás ayuda, y él dirá: “Aquí estoy” Escucha hoy su “voz” en él encontrarás palabras de “vida.”
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